Prospección electromagnética – VLF
Esta técnica de investigación del subsuelo, consiste en aprovechar las componentes magnéticas del campo electromagnético generado por transmisores de radio existentes a lo largo de diferentes países, que usan la banda VLF (Very Low Frequency) entre 15 y 30KHz.
Las anomalías y las estructuras de diferentes resistividades que se encuentren en la superficie o bajo tierra, afectan a la dirección e intensidad del campo que genera la señal de radio transmitida. En torno a dichas anomalías de la estructura geológica, se genera una distorsión o débil campo secundario, que se mide y se analiza, a fin de poder interpretar los datos obtenidos, para la localización, por ejemplo, de fallas que puedan contener agua en su interior.
Principales aplicaciones del VLF:
Localización de aguas subterráneas.
Localización de fallas y zonas de fractura en el terreno.
Ayudas para la selección del punto de perforación.
Localización de minerales por su alta conductividad.
Detección de cavidades.
La principal aplicación del VLF es detectar zonas de fracturas para prospección de aguas en zonas de roca dura, (granitos, cuarcitas, etc).